viernes, 2 de marzo de 2012

Tres años de cárcel por apalear a la profesora de su hija.

Ya no hay más puertas donde llamar en busca de indulgencia. María Soledad E.H. irá a la cárcel por apalear a una maestra de su hija pequeña en el colegio bilbaíno de Txurdinaga. La Audiencia de Bizkaia comunicó ayer su resolución sobre el recurso que había presentado la acusada después de que en primera instancia fuese declarada culpable de un delito de lesiones, otro de atentado contra la autoridad y una falta de amenazas. Y el fallo de los magistrados, que no es recurrible, lo deja claro: la condena a tres años de cárcel, lo que supondrá su ingreso efectivo en prisión.
Ahora, según explican fuentes jurídicas, el asunto pasa a la unidad de ejecución penal, que deberá localizar a María Soledad o, en su caso, ponerla en busca y captura, un paso este que con toda probabilidad será innecesario por el arraigo de la condenada en Bilbao. Además, deberá resolverse el aspecto social del asunto, ya que la mujer tiene dos hijos menores de edad.
Es la primera vez que en Euskadi se fija una pena de tal calibre por agredir a un docente, aunque en otras comunidades españolas ya hay precedentes. El Departamento vasco de Educación mostró su «satisfacción» por la resolución ya que, a juicio de la viceconsejera de Administración y Servicios, Marisol Esteban, «tiene que quedar claro que ninguna agresión a un docente quedará impune, y que en caso de producirse actuaremos con toda la contundencia de nuestros servicios jurídicos». Además, la sentencia confirma que «no sólo pueden tener la consideración de autoridad pública las fuerzas y cuerpos de seguridad, sino que también la tienen, en el ejercicio de sus funciones, los empleados públicos de la educación, la sanidad y los servicios sociales».
Cuando María Soledad ingrese en prisión, algo que ocurrirá en breve, se pondrá fin a una historia que comenzó el 4 de febrero de 2009. Aquel día, a las 11.45 horas, en el colegio de Txurdinaga, varios alumnos de Infantil (de tres a seis años) estaban en el patio. Entre ellos, la hija de la ahora condenada. María Soledad trató de darle un huevo de chocolate a la niña, lo que provocó la intervención de la profesora Concepción P.S., quien le dijo que no podía ni estar ahí ni dar alimentos a la pequeña porque iba contra las normas del centro (por ejemplo, para evitar problemas con niños alérgicos). La madre hizo caso omiso, insistió, la maestra volvió a recriminarle su actitud y, finalmente, llegó la agresión. La docente recibió tirones de pelo, puñetazos y patadas -incluso estando ya derribada en el suelo- al grito de «¡hija de puta, cabrona, te voy a matar!».
El ataque, además de una abundante colección de hematomas, le provocó lesiones óseas que la mantuvieron dos meses de baja, necesitó rehabilitación y, como secuelas, le queda dolor en un dedo y coccigodinia (dolor en el coxis).
Con antecedentes
El proceso judicial fue bastante accidentado porque la acusada no compareció a varias vistas y fue necesaria la intervención policial para que finalmente se personase en el juzgado de lo Penal número 4 de Bilbao. Los servicios jurídicos del Gobierno vasco y el Ministerio Fiscal coincidieron en pedir una pena ejemplar que, finalmente, llegó en octubre. Luego, la defensa presentó el recurso ante la Audiencia, cuyo fallo se conoce ahora.
Los magistrados modifican levemente el fallo emitido en primera instancia al reducir la pena de tres años y tres meses a tres años al aplicar un criterio diferente a la hora de sumar las condenas por los delitos cometidos. Además, aprecia reincidencia en lo referido a atentando contra la autoridad (María Soledad ya había sido condenada en 2006), pero no en cuanto al delito de lesiones, como pedía la acusación. En cualquier caso, la condenada irá a prisión y, además, deberá indemnizar a la maestra con 5.089 euros. (FUENTE: EL CORREO).

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