miércoles, 18 de abril de 2012

Doble tratamiento a los clientes en el anuncio de SATURN.

Anuncio colocado en las puertas de SATURN Barakaldo explicando a los clientes el cierre de la tienda y la forma de contactar en temas relacionados con reparaciones y servicios postventa. SATURN es una cadena nacional especializada en la venta de equipos informáticos, telefonía, audio, vídeo y electrodomésticos.



Antes de nada quiero recordar aquí a las veintiséis personas que perdieron su trabajo con el cierre de la tienda, un número por desgracia insignificante dentro del desempleo galopante que sufrimos, pero no por ello menos trágico ya que encierra veintiséis proyectos vitales rotos. Estas líneas no pretenden hacer leña del árbol caído, sino realizar un pequeño estudio pericial sociolingüístico para demostrar cómo se trabaja en este campo profesional.

Refiriéndome al anuncio se comprueba que en el primer párrafo del texto se tutea a los clientes mientras que en el segundo se les trata de "usted". No sé si el lector estará de acuerdo conmigo pero si bien el tratamiento al cliente debe amoldarse a las características de éste y a la política de comunicación de la empresa, por norma general debe considerársele de "usted" manteniendo ese punto de distancia que el comprador  romperá si lo desea.

Aparentemente el autor del texto (me refiero a quien lo idea y no tanto al escribiente), es una persona joven que se dirige a clientes de su rango de edad, de ahí el tuteo de "Os informamos que...". Basándome en la mera observación pero sin datos estadísticos, es cierto que el perfil de cierto cliente de SATURN era joven, pero también existía un nutrido grupo de compradores de mediana edad a los que es posible que les llegue a incomodar este tratamiento.
 
Como se observa al inicio del segundo párrafo "Puede dirigirse a...", el tratamiento pasa a ser de "usted", quizás propiciado por la solemnidad del mensaje ya que mientras en las primeras líneas se explica un hecho ojetivo (cierre del comercio), aquí se detalla al cliente cómo contactar con la empresa si es necesario hacerlo.

Finalmente denota cierto abandono al diseñar el texto, incurriendo el autor en un pecado venial comprensible por la triste situación a la que se estaban enfrentando los trabajadores. Por desgracia poco importa ya.


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