viernes, 4 de mayo de 2012

Las asociaciones de bebés robados quieren acceder a la documentación.

La Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) y SOS Bebés Robados de Euskadi reclamaron ayer a las instituciones que solucionen los problemas que tienen para recabar documentos en registros civiles, hospitales y centros religiosos y a los jueces que no decreten la prescripción de estos delitos. Porque "de nada sirven las comisiones de estudio si los casos han prescrito y ya no se pueden investigar", explicaron ayer los afectados.
Responsables de ambas asociaciones comparecieron, por separado, en la comisión del Parlamento Vasco creada el 22 de marzo para investigar los casos de bebés robados y adopciones irregulares que se registraron en todo el Estado español entre 1940 y 1990. El presidente de Anadir, Antonio Barroso, se lamentó de que los afectados dependan "de la voluntad del funcionario" de turno a la hora de recabar información sobre adopciones irregulares o bebés robados y también advirtió de que mucha de esa documentación "está manipulada y es falsa".
Barroso pidió a los parlamentarios que no soliciten la información y documentación a los hospitales y archivos, sino que "vayan a buscarla". "Esta Comisión -dijo- debería tener el poder de mirar los archivos".
los tecnicismos Asimismo, denunció que la asociación es quien lleva a cabo las investigaciones y, posteriormente, la Justicia "impide" su desarrollo por "tecnicismos jurídicos". "Llevo cinco años luchando y se me han archivado todas las denuncias. He tenido que montar una asociación para que se me escuche", añadió. Aclaró que no pide que se meta en la cárcel a un religioso de más de 80 años, pero cree que "se le debe juzgar y ponerle una condena aunque luego no la cumpla".
En cuanto al ámbito judicial, el responsable de Anadir pidió también un criterio "unificado" de los fiscales sobre la prescripción de los delitos porque, según expuso, en Barcelona se investigan casi el cien por cien de los casos denunciados mientras que en Zaragoza se archivan casi la totalidad de los casos por prescripción. Consideró que "moralmente" no debería prescribir ninguno de estos delitos.
En su comparecencia ante el Parlamento Vasco, Antonio Barroso relató algunos casos "espeluznantes" de personas procedentes de Texas, México y Lima (Perú) que se han puesto en contacto con la asociación para dar a conocer su caso. "¿Cómo sabía una persona que vivía en la otra parte del mundo que en España se vendían niños?", se preguntó.
frente a un muro Flor Díaz, presidenta de SOS Bebés Robados, reconoció que los afectados se encuentran actualmente con un "muro" cuando se dictamina la prescripción de estos supuestos delitos, y consideró que por mucho que los fiscales unifiquen el mismo criterio la palabra final la tiene el juez que "puede interpretar la ley como quiera".
Díaz pidió ayuda en este sentido a los políticos, a través de modificaciones legislativas, porque si estos delitos prescriben "de nada sirve lo que se hace". En este sentido, pidió que los políticos "hablen sobre este tema" y además "que el Gobierno vasco investigue hasta el final, sino nos vamos a encontrar que estos casos han prescrito y ya no se pueden investigar". "Necesitamos saber qué es lo que ha pasado y que se siga investigando todo esto", concluyó.
El abogado de Anadir Fernando de la Sotilla recordó que la asociación no tiene una trayectoria muy larga -lleva en funcionamiento dos años escasos- y resaltó el "cambio político-institucional de los últimos meses" que cree que "les va a ayudar a avanzar y a aclarar". Además, pidió a la comisión parlamentaria que proporcione "cobertura jurídica" a las investigaciones que se están llevando a cabo "para que la Justicia vea que no vamos en contra de nadie sino que buscamos una luz".
Los representantes de ambas organizaciones aludieron también a la falta de ayudas públicas que padecen y Flor Díaz constató que hay mucha gente que no se atreve a denunciar casos de bebés robados por falta de dinero.
No obstante, el presidente de Anadir se mostró algo satisfecho por el reciente "cambio de rumbo" de la clase política e institucional para colaborar con las asociaciones, aunque advirtió: "Hay poco tiempo porque jugamos contra reloj".(FUENTE: DEIA).

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